domingo, 30 de noviembre de 2008

comentario de Harry Sason en El Espectador de Colombia

Harry es uno de los cocineros más respetables de Colombia. No sé cómo le habrá llegado El Barman, aunque alguna pista tengo. Gracias Harry!

domingo, 23 de noviembre de 2008

diario La Nación ÚLTIMA PÁGINA

agradecimiento: Archivo El Carbonario!

jueves, 20 de noviembre de 2008

para leerlo de un trago

Fermentaciones, historia de las bebidas, cultura etílica, humor y una filosa mirada científica, es el cóctel que ofrece el periodista Facundo Di Genova en su libro El barman científico (tratado de alcohología), de Siglo XXI Editores.

un cable de TELAM sale con fritas

"En esa línea, me inclino a pensar,
y tengo la evidencia científica, de que los vinos caros,
los que tienen mayor proceso de producción,
están más `endiablados` y son más nocivos
que los de vinificación simple y más baratos",
disparó Di Genova.
http://www.telam.com.ar/vernota.php?tipo=N&idPub=125581&id=262524&dis=1&sec=7

y acá, los compañeros del diario El Popular de Oalavarría (Provincia de Buenos Aires), pican el cable y aportan datos propios sobre el elixir de Baco (Dionisio) y de paso le chorean la foto a Guada Gaona de Crítica de la Argentina. Está bieeenn


sábado, 15 de noviembre de 2008

revista EL FEDERAL #236 13/11/2008


willy dixon, DEF #39 NOV 2008 y Feria Latinoamericana del Libro


FERIA LATINOAMERICANA DEL LIBRO ROSARIO
noviembre 2008
invitados por Liliana Ross, la más apasionada y vieja librera de Rosario, estuvimos presentando El barman frente a una impresionante audiencia de cuatro viejas y un escritor, Hernán Lanvers, un cordobés fenómeno que escribió un fenómeno llamado África, hombres como dioses; paramos en jostel a media cuadra del río, enscanciamos con un neozelandés al que indagamos sobre mahoríes y escabio, escanciamos birra muy triste y solitario en Willy Dixon y cerramos en un lenocinio hablando con una alternadora de fernet con un tachero originario de La Matanza medio duro que tomaba cerveza y a todo momento decía "no digas que no sos rosarino". acá el autor terminó vagando sólo a las siete de la mañana y balbuceando sólo por la calle víctima del sindróme de Korsacoff.